No todo lo que brilla es Dorado

Inspectores de la Subsecretaría de Control Disciplinario de la Suprema Corte de Justicia estuvieron tomando testimoniales a integrantes del Juzgado de Familia N° 3 Departamental a cargo de la Dra. Amalia Dorado

por presuntas irregularidades que surgieron en un sumario impulsado por la nombrada magistrada contra un ex funcionario de ese juzgado.

Como antecedente cabe mencionar que tanto dicha jueza como la ex actuaria y su actual colega Julieta Zotta fueron denunciadas penalmente por un abogado de la matrícula local por los delitos de delitos de falsedad ideológica e instrumental de instrumento público, incumplimiento de deberes de funcionaria pública y prevaricato, que la UFI N°6 archivó.

Seguiremos el curso de dicha investigación administrativa y así podremos ver la rigurosidad o flexibilidad del ejercicio de la potestad disciplinaria de la Corte que tratándose de magistrados y magistradas suele ser endeble, un ejemplo es el hecho de aquellos jueces responsables de tener empleados no registrados en la planta de las dependencias de la cual son titulares a quienes le aplican sólo una recomendación que no es sanción.

¡Sin lucha, no hay derechos!